Mi primer Cáncer
La constancia suele llevar al éxito, la discriminación al fracaso
Acontecía el año 2000. Una tarde, en mi consulta y por casualidad, aparece un amigo; él desconocía mi trabajo y llevaba consigo tal decepción y pena que no tuvo mas remedio que desahogarse: Luis, mi mujer se muere.
Me contó, muy por encima, su historia; aquella mujer se agarraba a la vida aunque la vida no quería saber nada de ella y, ya sea por una causa u otra, la muerte quería llevarla consigo.
Comenzó a despedirse de toda su familia, tal y como le habían aconsejado en el servicio de oncología y la invité a verme.
Cuando la vi entrar por la consulta solo veía un cadáver andante, caquexia, abultamiento abdominal exagerado , etc....., pero con la vida por bandera.
Ya no me pueden dar más quimio, no tengo defensas, me dijo. Y, ¿ése es el problema?, uno de ellos, si. Eso lo podemos intentar arreglar, le dije, si los oncólogos quieren defensas vamos a intentar subir las defensas........
Le puse un tratamiento a base de plantas. Pocos días después coincidió con su oncóloga viendo tiendas y se sorprendió bastante porque ya la había dado por fallecida. Le contó lo que estaba haciendo con las infusiones y la oncóloga le dio cita para el día siguiente. Le hicieron una analítica y comenzaron a ver una subida de las defensas; acto seguido comenzó nuevamente con la quimioterapia y los ciclos se repitieron.
Es evidente que el tratamiento posterior no solo fue con plantas, y en el servicio de Oncología también le pusieron el suyo. Yo ya era Enfermero y por primera vez vi juntos a la Medicina oficial y la Medicina Natural, ambas de la mano en pos de un mismo objetivo.
Y, ahí lo dejo. Es una prueba que demuestra que ambas medicinas son compatibles, pero la actualidad parece obstinarse en lo contrario.
Experiencias
